Como diría mi querido amigo Manolo Martín, el Betis en Anoeta fue "un orró de Ochaga". Partido calcado al de la temporada anterior con Merino y Maciá, con un equipo metido atrás y sin creación alguna en el medio campo, donde la esperada inclusión de Ceballos tampoco aportó nada interesante al juego bético.
Los cambios en la segunda mitad remataron la "faena" y el gol de Vela (no es primo del carpintero), terminó con las escasas ilusiones de un equipo mediocre y tristón.
Ahora toca el Madrid en Villamarín y el equipo sigue sin darla talla, a pesar de que no hace mucho Miguel Torrecilla dijese que tenemos uno de los mejores mediocampo de la categoría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario